"LAS PAUSAS DEL MATE" DE ENRIQUE AMORÍN
... Éstas y muchas otras
ideas se desarrollaron en las pausas del mate. El silencio del mate no es el
mismo que el que transcurre de una a otra copa, bebida en silencio en los
bares. El mate teje paciencia. Sus pausas son malas consejeras para la
rebelión. Se
piensa… en la bombilla si está o no en su sitio. Se piensa... en
la yerba, si tiene copete, si nadan los palitos, si es resistente; si está
lavada; si hay que cambiarla; si debemos darla vuelta. El mate sabe engañar el
hambre... Se piensa... al tender la mano con demasiada prudencia, porque es
algo que se ofrece; no es cosa que se da definitivamente, sino que se entrega,
para que participe de su deleite un segundo, un tercero. Se piensa... al
esperar, paciente, con la mano tendida. Ningún cobarde apuñaló á su enemigo
mientras devolvía el mate. Se piensa... al mover la bombilla cuando el invitado
la torció o la hizo sonar en la última chupada. El mate amansa, empareja,
somete. Es el yugo, a veces; otras, es la manea. Se piensa, se discurre, se
reflexiona mucho, demasiado. Es la trampa. En China fue el opio en manos del
Imperialismo. Dentro de un siglo tendrá valor esta comparación.
“Corral Abierto” de Enrique Amorín
(1900-1960)
El Losada 9/1/1956 - Cap. V – Pág. 51
Foto de Aldo Sessa: http://www.aldosessa.com.ar/
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