LAS LETRAS DEL QUILMERO

  Para decir algo en esta fecha recurrimos a la palabra exacta de Claudio Mangifesta, el primer crítico de este Quilmes del Sur para el poeta grande que supo decir con lírica exacta nuestras cosas... de "Fragmento de un cielo impenetrable" PRÓLOGO ... Marcada de singularidades, la obra poética de Miguel Angel Morelli se destaca por su estilo austero, sobrio, alejado de todo lo superfluo, incluso de aquello que desea livianamente agradar. Conciso, de palabras precisas, puntuales, pero no por ello menos incisivas, resaltan una economía que lucha contra la actual y tan extendida obscenidad del gasto innecesario —— ese palabrerío errático y vanidoso—. Riguroso en lo conceptual, es cristalino aún en temas dotados de la mayor oscuridad. Se respira en sus textos un clima de mucho respeto porque es ese el modo que tiene de trabajar con sus interlocutores. Así, su poesía necesita de auténticos silencios, verdaderos espacios blancos que den relieve y lugar a la densidad de sus metáfora...

  El señor anciano, el señor argentino, vivía en el piso alto de la casa que le alquilaba el doctor Gerard, en Boulogne-sur-Mer. Promediaba un agosto fuerte, de calores húmedos. Sólo refrescaba en la alta noche cuando la brisa del mar traía los olores salinos del puerto. La brisa entraba como una amiga y él la respiraba profundamente. Ya no dormía. Permanecía sentado contra las almohadas en la penumbra. Pensando. Recordando. Estaba a solas con su larga muerte. A veces se preguntaba desde cuándo empezó a morir. ¿Desde el fin de aquella tarde en Guayaquil? ¿Desde 1829, cuando decidió no desembarcar e irse para siempre de esa patria que empezaba a preferir la anarquía a la grandeza? Ningún ser sabe con certeza desde qué momento pertenece más bien a la muerte, aunque crea seguir por la vida. Hacía mucho que no recibía visitantes. Esa ingratitud lo eximía de tener que fingir preocupación por las cosas reales. La fiesta, las angustias, las glorias... le parecía que no las había prota...