LOS ACUERDOS
No me resigno a que los corazones que quiero
sean confundidos con el suelo duro.
Sin embargo, así es y así será porque así ha sido
desde tiempos inmemoriales.
A la oscuridad de la nada se van los sabios y los bondadosos.
Coronados con azahares o con laureles se van,
Pero no me resigno.
Amantes y pensadores se hunden en la tierra,
se hacen uno en el polvo sin vida.
Indiscriminadamente.
Queda un fragmento de lo que sintió, de lo que sentí,
de lo que conocí, una fórmula, una frase, un gesto permanece,
pero lo mejor se perdió:
las respuestas rápidas y perspicaces, la mirada honesta,
el sonido de la risa, la voz, el olor, los rasgos,
los ademanes y los movimientos propios, únicos, la emoción
se han ido a nutrir la tierra,
a gestar floraciones frangentes,
pero no estoy de acuerdo.
Más preciosa que todos los cielos del mundo era la luz de tus ojos.
Sin embargo te fuiste y te vas
abajo, adentro, a la oscuridad de la nada, delicadamente
te vas
con los hermosos, los tiernos, los bondadosos,
suavemente te fuiste, te vas
con los inteligentes, los ingeniosos, los valientes,
pero no estoy de acuerdo y no me resigno.
Edna St. Vincent Millay (Febrero 22, 1892 – Octubre 19, 1950)
Y. Barrios Hernández https://www.sicologiasinp.com
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