LOS ACUERDOS
No me resigno a que los corazones que quiero sean confundidos con el suelo duro. Sin embargo, así es y así será porque así ha sido desde tiempos inmemoriales. A la oscuridad de la nada se van los sabios y los bondadosos. Coronados con azahares o con laureles se van, Pero no me resigno. Amantes y pensadores se hunden en la tierra, se hacen uno en el polvo sin vida. Indiscriminadamente. Queda un fragmento de lo que sintió, de lo que sentí, de lo que conocí, una fórmula, una frase, un gesto permanece, pero lo mejor se perdió: las respuestas rápidas y perspicaces, la mirada honesta, el sonido de la risa, la voz, el olor, los rasgos, los ademanes y los movimientos propios, únicos, la emoción se han ido a nutrir la tierra, a gestar floraciones frangentes, pero no estoy de acuerdo. Más preciosa que todos los cielos del mundo era la luz de tus ojos. Sin embargo te fuiste y te vas abajo, adentro, a la oscuridad de la nada, delicadamente te vas c