EMPEZAR LO INTERMINABLE - JAVIER ETCHEMENDI
De la Existencia
Un viejo masculla mentiras frente al espejo de
una peluquería;
entre el rumor de los secadores
narra historias de un hombre inexistente,
sin superficie:
resumen rápido a lápiz grueso de una vida anterior.
Mi espejo es el albacea de una caja de peligros.
narra historias de un hombre inexistente,
sin superficie:
resumen rápido a lápiz grueso de una vida anterior.
Mi espejo es el albacea de una caja de peligros.
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Existencia II
En mi pecho gira un reloj a tiempo a destiempo.
En su afición cardiaca
se diluye el pasado como una gota de tinta en el agua.
El futuro es la promesa de una Hora inexacta.
El presente una taza de café interminable
junto a la vidriera
apenas sostenida del mundo.
Ahoga el pensamiento, la duda, la certeza
de que todo sea una construcción.
se diluye el pasado como una gota de tinta en el agua.
El futuro es la promesa de una Hora inexacta.
El presente una taza de café interminable
junto a la vidriera
apenas sostenida del mundo.
Ahoga el pensamiento, la duda, la certeza
de que todo sea una construcción.
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Fe
Apoya la frente contra el vidrio el ser que me
está soñando
y el pensamiento del mundo
se disuelve en el hedor de las carnicerías.
Yo sé que existe otra vida para mí.
Yo elijo esa, la otra; allí ocurre todo como en una clarividencia.
Es posible creer que la muerte no existe:
sólo es el silencio del teléfono, del timbre de la puerta.
Pero después, en un descuido» sus patas chocan contra el vidrio
y toda la realidad se estremece.
Entonces vuelvo a creer que no hay certezas ni sabiduría última;
vuelvo a creer que no hay certeza más necesaria que la muerte
se disuelve en el hedor de las carnicerías.
Yo sé que existe otra vida para mí.
Yo elijo esa, la otra; allí ocurre todo como en una clarividencia.
Es posible creer que la muerte no existe:
sólo es el silencio del teléfono, del timbre de la puerta.
Pero después, en un descuido» sus patas chocan contra el vidrio
y toda la realidad se estremece.
Entonces vuelvo a creer que no hay certezas ni sabiduría última;
vuelvo a creer que no hay certeza más necesaria que la muerte
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No estarás
Ya te has ido.
Seguramente no pisarás la misma tierra
no comerás de estas naranjas ni soñarás estas
estrellas.
Con el tiempo te cambiará la sangre.
Yo mismo cambiaré en tus pensamientos.
Pensarás que nunca nada se rompía
y no era cierto.
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Vacío I
Ser en el vacío, estar en casa.
Xilografía, "Casa de la Ribera" de Ludovico Pérez
Javier Etchemendi
Poeta uruguayo, julio 1968 - 25/6/2019
Ed. Rumbo, octubre, 2007
¡Qué buena idea Chalo! ¿Puedo mandarte algo?
ResponderEliminarRecién veo tu mensaje, perdón. Sí, puedes. Con mucho gusto. Agregá datos: chaloagnelli@yahoo.com.ar
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