DESMIENTO DE NIRA ETCHENIQUE
Abuela no les creas. Es posible que vengan a decirte que olvidé las plantas de tu patio; que ya no tiemblo de miedo en los zaguanes y ni siquiera canto. También, levantarán la sombra de algún amor que anduve asesinando en esos tiempos naufragios galerías y sótanos y oscuridad. Y basta. Insistirán diciendo que he crecido; que no reparto a ciegas la sonrisa; que tengo un juicio claro de las cosas, un estatuto de vivir a plazos y tantos otros modos positivos; no les creas, abuela, no he perdido mis salvajes costumbres, sigo amando el fantasmal perfil de los otoños, los eclipses en marzo, la encendida tierra que engendró tu muerte y el áspero color de los limones. Suelo llorar porque sí, porque me duele regresar entre mendigos por las noches envinado de perros y en silencio. Además me sigo enamorando. En síntesis, abuela, no he cambiado. Solo la soledad un poco más madura y una violencia nueva y...