LILY
Silvia Simonetti La mañana pinta mal, es de esperar este viento sur luego de una semana de calor en pleno invierno. En el baño me espera el espejo, lo esquivo. Dentífrico y agua helada borrando a medias los estragos de la noche. Ahora sí, llega el espejo, me veo en blanco y negro, lejos, no estiro el brazo porque tengo miedo de no tocar nada, de seguir de largo hacia el otro lado. Síndrome de Alicia le dicen los médicos, la etapa previa al dolor de cabeza, migraña, que ya llegará. Bebo el café mirando hacia el patio, enceguecida, encandilada (otra previa de la jaqueca) viendo los pétalos de las flores de pensamientos, huérfanos de planta, mezclándose en remolino, impúdicamente con los pelos de las perras, esa es mi mañana. Cuando comienzan los primeros fogonazos de dolor pienso que sólo un milagro puede transformar a esta casa en un lugar limpio y ordenado sin mi intervención. Amanece así, como si la habitara más gente de la que de verdad vive aquí. Está desvastada, pero con el c...