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Mostrando entradas de septiembre, 2017

"BALDOSAS ENTRE ATMÓSFERAS" DE FEDERICO LAURENZANA

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Una junto a otra se adosan conformando el suelo atmosférico. Hay líneas entre éstas, y hay una cuadrícula vista desde ambas partes: desde arriba, desde abajo. Unas sobre otras se amontonaban mientras estaban construyendo ese piso celeste. Habían líneas entre éstas, y habían numerables cantidades contadas desde cada parte; desde cada uno de los cuatro lados. Una hecha, y otra similarmente diseñada se verán siendo cuadratura de un esbozo dibujado por consciencias hechas para diseñar, y otras semejantemente para ver la cuadrícula del diseño construible. Unas para diseños, y otras para construcciones, serán única consciencia viendo desde su unívoco ángulo celestial que desharán bóvedas hasta reconocerlo atmosférico baldoserío donde jamás se caminará. Aunque se pregunte, aunque se interrogue por el propósito del armado. Una junto a otra se separan desconformando aquella atmósfera. No hay líneas, no hay cuadrícula vista desde alguna parte: hay desasimilación, hay deshecho

ALFONSINA, GUERRERA EN LUCHA…POR ADELA GARCÍA SALABERRY

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Por Adela García Salaberry (copia adaptada por Chalo Agnelli) Trazó con su evasión terrena, una parábola de enseñanzas para las realidades ásperas de la ingratitud del materialismo que nos sofoca. Se fue con orgullo. Con el orgullo de su vida combativa, proba y sincera, con­sagrada a las emociones de la vida, del arte y de la tenaz luchar por el pan de cada día...   Se fue, para levantarse a las regiones transparentes de la poesía, que, al decir de Verri: “ Tienen mayor influencia en el destino los poetas que los políticos; influencia  en las genera­ciones futuras, porque sus ideas que son al parecer semillas en vano,  florecen en el siglo siguiente ” . [1]   Sin embargo, la emoción de ser , se extingue en los movi­mientos expresionales [2] cuando repercuten en la conciencia, reforzando el fenómeno subjetivo, dándole más intensidad y más cla­ridad. Alfonsina Storni fue pesimista en sus reacciones motri­ces, como  prueba [3] de su decepción.   “El Dulce Daño” concretó del